Hace años descubrimos un precioso observatorio en la zona Montsec, en Lleida y desde entonces hemos ido en varias ocasiones a visitarlo. El Observatorio se llama Parque Astronómico Montsec P.A.M. Como nos queda un poco lejos y para poder oberservar las estrellas ha de ser de noche, siempre nos hemos quedado a dormir por la zona.

En esta última ocasión, se nos ocurrió regalar esta escapada a nuestros padres, con lo cual, fuimos con nuestros padres/suegros a visitar dicho observatorio quedándonos a dormir en este traquilo hotel.

Castells de Montsonís se trata de unos apartamentos rústicos en medio de la naturaleza. Se respira una paz impresionante, ya que es un pueblecito apartado de toda civilización con unas vistas a tierras propias de la zona Lleidatana.

Entre todos los alojamientos que disponen ofrecen habitaciones para diferentes ocupantes, nosotros estuvimos en uno que acogía hasta 10 personas. Éramos 6, pero habían dos sofás cama, en los que aun podrían haber dormido 4 personas más, aunque, como bien sabemos, nunca con la misma comodidad que ofrece una cama.

Al entrar nos encontramos con una pequeña recepción con unas escaleras a la derecha que llevan al piso superior, donde dormimos nosotros y una pequeña puerta a la izquierda que da a otra estancia donde dormieron parte del grupo.

En la estancia de abajo teníamos una sala con dos grandes ventanales a modo de balcón que permitían disfrutar del tranquilo paisaje.

También un sofá cama y un televisor para descansar y una mesa, pues creo que puedes alquilar la estancia como "apartamento", de modo que entraría la cocina, que en esta ocasión estaba cerrada.

También encontramos un baño bastante amplio en color azul, con un diseño típico de la época.

Y por último, en esta planta una habitación de matrimonio, también con un ventanal.

En el piso de arriba, una vez subimos las escaleras nos encontramos con un estrecho pasillo que nos conduce a tres habitaciones, dos de ellas con cama de matrimonio y un pequeño baño para cada una. La puerta de las cuales has de cerrar con llave, ya que a la entradita puede entrar algún trabajador a buscar algún materias que tienen en otra estancia. Quizás ésta es la parte que menos me gustó, porque se pierde la sensación de estar en una casa a pasar a una habitación, pero en ningún momento pierde el encanto de un rústico apartamento rodeador de paz.

En la parte superior teníamos una habitación con un sofa cama y una pequeña terraza desde la cual disfrutamos de un buen despertar, respirando unos minutos de ese paisaje acompañado de los pájaros que cantan cada madrugada.

Ciertamente, a mi me costó bastante dormir, pero es debido a que estoy acostumbrada a tipo de colchón de látex que tanto se estilan ahora, en lugar de muelles.

En nuestra reserva se incluía un desayuno tradicional que nos sirvieron amablemente en la cafetería/recepción del pueblo, que se encuentra justo enfrente de los apartamentos. (he de decir que el pueblo es una única calle)

La particularidad de esta cafetería es que se encuentra edificada sobre piedra natural, algo que aporta un gran encanto y que disfrutamos mucho.

De hecho también podemos ver un pasillo con unos estante al fondo, que antiguamente utilizaban a modo de nevera, pues la piedra natural es fría y era la única manera que tenían de conservar ciertos alimentos.

El desayuno fue sencillo pero completo. El zumo de naranja natural estaba exquisito, nos trajeron café con leche, tostadas con mantequilla y mermelada y madalenas.

Además ofrecen visitas al castillo que custodia la calle principal. Una visita muy agradable y amena guiada por una chica muy simpática que nos explicaba las cosas de manera que podías trasnportarte a la época durante unos segundos. En el castillo hay zonas que me llamaron la atención más que otras, por ejemplo, la cocina, siemrpe me gusta ver las cocinas antiguas, pues es uno de los lugares donde más se ve el avance que ha hecho la sociedad. Nosotros hicimos la visita de día, pero organizan visitas nocturnas tematizadas, que deben ser todavía mucho más interesante y ameno.

Sin duda, fue una estancia que ha creado un bonito recuerdo, donde pudimos desconectar por unas horas del ajetreado mundo que llevamos hoy en día la mayoría de ciudadanos.

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