Durante nuestra Luna de Miel, en Mallorca, una de las visitas casi obligada por su gran popularidad fueron las "Coves del Drach". Se trata de unos yacimientos bajo tierra creados por la naturaleza que asombran a cualquiera por su gran extensión de 1200 metros y su fresca temperatura (unos 21ºC).

Conocidas desde la Edad Media, entre 1922 y 1935 se acondicionaron de modo que podemos visitarlas a día de hoy con total comodidad, gracias a su incorporación de escaleras barandillas e iluminación.

Se encuentran a las afueras de Porto Cristo, una localidad pesquera en la que encontraremos un buen surtido de hoteles, bares, restaurantes y zona comercial.

El recorrido de la visita dura alrededor de 1 hora e incluye un pequeño y bonito concierto de música clásica que dura unos 10 minutos interpretado por un cuarteto de músicos en directo junto con un llamativo espectáculo de luces que simulan una salida de sol. Finalmente se puede disfrutar de un paseo en barca por su lago Martel

(de unos 170 metros de longitud, uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo), o si se prefiere acabar el recorrido caminando a través del puente que lo cruza. (nosotros elegimos esta opción porque había mucha gente y no teníamos ganas de hacer cola)

Es importante que vayamos cómodos de calzado, pues puede que hayan zonas algo resbaladizas por la humedad. También hay que decir que en el recorrido encontraremos zonas estrechas y con escaleras, por lo que no está habilitado para personas en silla de ruedas o cochecitos de bebés.

Una visita que vale la pena para disfrutar y contemplar las maravillas que nos ofrece la naturaleza, en este caso unas cuevas preciosas llenas de historia en sus paredes con la creación de sus estalagmitas y estalactitas.

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